Siguiendo Perros - Barrio de los perros
El día era soleado, con nubes en el horizonte y ya había vuelto a mi propia habitación, tenía muchas cosas allí, pero sobretodo ganas de…..bailar. Te fue mi desayuno, esa y grandes ganas de bailar, muchas de verdad, entonces usando la niebla verde para sanar mi corte y el interior de mi cuerpo me moví, con cuidado, ya que al no poder respirar del todo bien por mi estómago adolorido no podía invocar mucho ki. Renueva el día sentado allí, meditando sobre lo pasado cuando supe que tenia que dar un giro en mis investigaciones, tenía que averiguar de dónde habíamos venido nosotros, digo, la tierra en guerra que tanto hablaban las leyendas, pero fue curioso, no sabía su nombre. El no saber no me causo inquietud, lo que me causo es que antes no me lo hubiera preguntado, bueno, muchas cosas no me preguntaba antes de ser secuestrado. Alma mía, porque algo en mi pasado estaba mal, algo no encajaba, era demasiado…no sé cómo describirlo, pero era demasiado. Termine mi desayuno, medite para curarme, luego hice estiramientos probando mi cuerpo y estaba todo en orden, todo lo que sabia estaba allí, por mas que ahora fuera algo que no era antes, feral, que cosas rara.
Vi a los niños yéndose al colegio y les dije que si querían que los acompañara, me dijeron que si, entonces subí con ellos al bus. Allí en ese bus vendían golosinas muy ricas, decidí probarlas y bendiciones me colmaron, esa famosa azúcar si que liberaba mi mente. Al llegar bajamos los cuatro (los tres niños y yo) y fui para con la maestra, una peluda perro esta vez.
- Así que usted le enseña a estos diablillos no.
- Pero si son unos angelitos. Por cierto mi nombre es Colien.
- Mi nombre es Qwon, y dígame. ¿Qué tal se portan?
- Muy bien y son muy estudiosos, aunque este algo vago en las clases de educación física.- Despeina al más cachorro de todos.
- No se preocupe le enseñare algunos trucos para que mejore en eso, en mi tierra, aunque usted no crea era acróbata.
- Caramba, seria genial verlo hacer maromas, aquí no saben venir muchos circos.
- ¿Y a que se debe eso?.- Sonó el timbre.
- Pues supongo porque estamos alejados de todo, bueno, debo comenzar el dia.
- Bueno Colien, luego hablamos.- Algo me decía que volvería a verla.
De allí decidí caminar hacia el pueblo paseando por sus calles mirándolo todo y si, seguía teniendo la sensación de que algo estaba a punto de pasar, pero me lo tomaría mas relajado. Llegue al dinner y fui recibido por Jenni efusivamente.
- Que hermosa coincidencia Qwon, Sussane me dijo que realmente sabes preparar delicias y me gustaría incorporar alguna cosa sencilla al restaurant, tu que me sugieres.
- Por lo que yo vi una buena tarta de pescado, ya que tienen tan cerca el mar.
- Me parece buena idea para plato del día. ¿Se lo enseñarías al cocinero? Te pagaría el día por hacerlo.
- Claro Sussane, allí mismo lo hago.
En la cocina siempre lo pasaba bien y aquel nuevo cocinero era astuto y aprendía las instrucciones, pero igual se las escribí. Luego de recibir la paga me dio unas buenas porciones de tarta dulce que había y un poco de café, luego me dirigí nuevamente a la calle.
Caminando perdidamente me dirigí hacia el barrio de aquellos perros perdidos observando diligentemente las casa y seguía sintiendo ese aroma leve a huevos podridos y a algo mas, como a carne podrida algo dulzona, algo imperceptible si no hubiera sido entrenado en poder agudizar mis sentidos. En mi deambular llegue a una boca de tormenta bastante y vi que entraba allí, lógicamente yo no podía entrar por mi tamaño ni tampoco podría entrar un perro grande y eso coincidía que eran perros algo pequeños los que habían desaparecido.
Buscare en la biblioteca las viejas noticias sobre hechos extraños y sobre el alcantarillado, porque según las evidencias tienen relación.