Segunda parte: La fiesta en la aldea de Wu Shen

Wu Shen era una aldea satélite del pueblo de Pan Do. Esta aldea era habitada completamente por granjeros que eran descendientes de los sirvientes del príncipe Pan Do. Un día mi maestro me envió allí como representante del templo ya que el resto de los monjes estaban mas abocados completamente a tareas contemplativas y de mantenimiento de la misma ciudad. La fiesta de la aldea Wu Shen conmemoraba la fundación de la aldea y muerte del jefe de los sirvientes que ocurría el día once en el mes tres y eran tres días de bebidas y gran fiesta donde había grandes bailes y algarabía por todas partes. Cuando llegue fui recibido por el alcalde e intercambiamos regalos, luego de esto se me asigno una habitación en la cual yo limpiaría mis patas de tan largo viaje. Luego de limpiarme, comer y descansar decidí pasear por los jardines y francamente lo encontré aburrido, así que me escape afuera del pequeño palacio y fui a lo que todo buen monje iría, a probar de la comida del pueblo. Encontré una buena taberna y me metí en un cubículo esperando comer las delicias del lugar que al estar alejadas del mar carecía del fresco pescado pero había mucha tierna carne roja. Mientras comía no pude dejar de escuchar que un hombre que se quejaba de que la desgracia lo cubría cosa, me  causo curiosidad y decidí hablar con el. Al parecer el hombre se le había muerto su primera esposa y al contraer casamiento por segunda vez se le muere su primogénito. Me causo tristeza su relato así que decidí ir a su casa a dejarle bendiciones y buena suerte. El hombre al saber mi decisión se alegró mucho, tanto que dejo de comer  y se apresuró a llevarme a su hogar. Esa casa era muy bella, estaba al borde de un rio, tenía un jardín lleno de verduras, árboles frutales y una familia que era su esposa, tres niños, los cuales los encontré algo delgados y se lo hice notar. Este me dijo que eran hijos de su primera esposa y que habían comenzado a enfermar como su primogénito que murió. Su esposa una bella y rolliza mujer se mostró fría al traerme la comida, regalo indiscutible cuando alguien de mi posición visitaba un hogar. Cuando me servía interrogue a la mujer, no pude sacar mucho pero no deje de observarla a ella así que pedí que llevaran a los niños con un vecino que lo que iba a decir no tenía que ser escuchado por los niños y lo que iba a hacer tampoco. Luego de ser llevados prepare yo un delicioso platillo, uno que era mi especialidad y se los di a comer. Les explique, luego que comenzaran a comer a pesar de que me preguntaron antes, de que era parte de un rito ya que sospechaba que un espíritu maligno había en la casa. El hombre con asombro la noticia, la mujer dejo de comer del susto, allí lo supe. Saque un papel, escribí un nombre sagrado, lo puse entre mis manos y conoce a rezar, el hombre quedo paralizado con lo que vio, a la mujer le salía una boca extra en la cabeza, boca espantosa de muy afilados colmillos y lengua muy larga, le ordene sin perder tiempo que se retirara al padre de familia.

  • ¿Mi mujer estará bien? ¿le sacara el espíritu maligno?
  • Tu mujer ya está muerta, ve con tus hijos y no te separes de ellos hasta que yo vaya a verte.

Entonces el monstro al ver que el hombre se paraba y quería irse estiro sus pelos para atraparlo, entonces yo pegue la papeleta en el hacha de cocina y corte los pelos que atrapaban al buen hombre este corrió sin mirar atrás.

El espíritu se enfureció conmigo y me arrojo las brasas con una pala que habia cerca de la chimenea, logro desviarlas casi sin tocarlas estas cayendo al suelo. Entonces le dije al monstro.

  • tu has matado al niño, lo se, pero porque.
  • Ese niño comía mi comida, era mía y de nadie más.

Saco entonces otra papeleta pero la mujer golpea mi estómago con sus pelos haciéndome perder el aire dejándome arrodillado.

  • Te comeré.- Dijo gritando mientras habría sus dos bocas de forma innatural sacando sus lenguas tan largas como no se pudiera ver en un panda.

Sabía que sería mi fin, entonces me concentre y espere que me llevara a ella, y cuando estuve cerca use el poder de mi ki para romper el embrujo que retenia y con golpe seco le corte el cuello cayendo la cabeza al suelo. A borbotones del cuerpo salía sangre negra y al parecer la cabeza no había muerto, pero no todo quedo allí, sus orejas crecieron de forma desmesurada hasta convertirse  en dos alas de cuero y comenzó a volar. Trate de frenarla, pero tuve miedo y escapo volando por la puerta.

Al recuperarme junte leños y queme su cuerpo, luego fui para con el hombre para saber dónde habían enterrado al niño, allí mismo hice un exorcismo a la tumba y el niño pudo descansar en paz. Yo dedique el tiempo que me quedaba en Wu Shen a disfrutar la fiesta.

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