Fe

Me levanté más  temprano y fui a rezar. En mi saludo tempranero al sol fue echo con Lui Tong que me seguía, desayunamos con todos como siempre y nos pusimos a estudiar para los exámenes. Si, yo faltaba al colegio pero ya me pasaran los deberes, por un momento olvide que Shiro no estaba mas…ya veré como hago.

-              Hermanito, tengo un favor que pedirte.

-              ¿Qué deseas hermano mayor?

-              Ya que duermes en mi cuarto te pediré el tuyo para instalar un laboratorio y poder trabajar tranquilamente en casa.

-              Si, por supuesto, solo deja sacar mis cosas.- Se quiso parar y le dije.

-              Primero el estudio, yo haré todo.- Me sonrió.

-              Está bien, no te pongas malo.- dijo de forma conciliadora.

Entonces fui al cuarto y saque todas sus cosas, que por cierto no eran muchas y guarde todo el mobiliario en mi bolsa, en menos de medio día lo tuve acondicionado para mis experimentos, hasta le instale con magia una chimenea para que exhale todos los vapores, un elemental del aire acarrearía todo fuera, unos duendes se encargarían de la limpieza y duendes diferentes del orden, pero tenía que ir por su alimento, que era miel y leche.

Me dirigí al almacén del mismo monasterio por ello y prepare ese alimento que tanto les gustaba, prepare como para un mes, todo los días le dejaría un poco, le explique a mi compañero que no comiera de aquello, que era parte de mi experimento, pero para evitar su tentación, lo guarde en el laboratorio protegido por algunas runas. Ahora que tenia todo debía sacar el elemento más importante, mi propia sangre, pero como comprobé antes no se podía extraer .

Esto era cosa curiosa ya que parecía que ni con jeringas ni sangrado salía, utilice mi pelaje destilándolo para sacar mis esencias. Esta destilación alquímica de pelos, saliva y uñas tardaría un tiempo así que fui a la biblioteca privada del templo por algunos rollos y algunos tomos para estudiar mientras el destilado se hacía, el gran maestro me había autorizado para estudiarlos y yo ahora si estaba preparado para ello. Mientras leía recordé que necesitaría madera pero que no sabría de qué tipo hasta terminar con la roca fundamental y esta se hacía con mi “sangre”. Ya que no había de otra me senté con mis rollos, esta inacción inicial siempre me traía intranquilo.

-              ¿Hijo que haces aquí? - Dije sin dejar de leer.

-              Vine a visitarte, aquí todos te extrañan, sobretodo yo.

-              Me gustaría poder abrazarte….

-              Yo también padre. ¿Cuándo volverás?

-              Cuando retorne a Pan Do, me tomare unas vacaciones allí.

-              Padre…. ¿No recuerdas lo último que me dijiste?

-              Si, lo recuerdo. ¿a qué viene?

-              No, lo has olvidado.- Y siento un abrazo por la espalda, sabía que no debía verlo  o mi voluntad flaquearía.

-              Sabes que yo siempre estoy a tu lado.

-              Lo sé me protegiste en la balacera haciendo mi piel gris más rápidamente.

-              Padre, abandona tus planes, solo traerán más tristeza a tu corazón.

-              Tocaron mi familia y sabes que no hay retorno de ello.

-              Lo sé, yo siempre te apoyare, sabes que soy tu guardián.

Entonces seguí leyendo, ahora en silencio ya que Ariel se había retirado. Al rato se olio a comida muy sabrosa, Liu Tong se había puesto a cocinar. Al ir a la cocina vi que era cierto y que realmente olía delicioso.

-              Tienes que pasarme tus recetas, realmente huele bien.

-              Seguro.- Dijo sin dejar de revolver.- Ya casi esta, pero dime. ¿Quién era el que estaba en el cuarto?

-              Estaba yo solo.  ¿Porque lo dices?

-              Sentí la presencia de alguien más.

-              Sientes presencias, realmente sentir a Ariel es muy difícil, me asombras.

-              Si hermano, no soy…normal.

-              Yo tampoco, pero si quieres nos sinceramos.

-              Después de la comida.- Me dijo volviendo a sus preparativos.

-              Si, mejor dejémoslo para después.

Algo me hizo pensar que sería llamado por Shiro, nuevamente olvide que había muerto, volví a mis libros.

Estos libros eran de teología aplicada y magia teológica aplicada, algo que realmente desconocía, la teoría del Dios primordial me atraía y le rendiría mi culto. Para los que no conozcan el Dios primordial es aquella cosa la cual dio forma al todo incluido a los dioses. Esa fuerza es una fuerza encerrada en sí misma y compuesta por toda la creación, lo cual da que su adoración puede ser muy dispar de sacerdote en sacerdote ya que no hay dogmas inflexibles, exceptos unos poco y aun estos están libre a interpretación de cada uno. Con este estudio terminaría comprendiendo que es eso que muchos llaman fe.