Días tensos IV - Siguiendo rastros
La silla del bus se me antojo cómoda y tenía unos minutos para meditar, ojala no lo hubiera hecho. Vida, linda palabra, con tantos significados y con tantos matices que ya comenzaban a agobiarme. Es sabido que cuando uno se quiebra en muchas partes y vive intensamente esa partes uno se agota y yo, estaba agotado. Un perro fantasma, un puto y podrido perro fantasma se me presentaba y yo, claro, tenia que resolver su enigma. Asco de vida, porque tenía que encargarme yo de ello, pero más asqueroso era el saber que si lo dejaba pasar algo malo ocurrirá, no soy un héroe ni nada por el estilo, no soy mas que un escriba y un cocinero que viaja solo en un vehículo destinado para la plebe, que asco.
Me baje del ómnibus y me dirigí hacia mi casa.
- Buenas tardes.- Con esas palabras me recibí Abu.
- ¡¡¿Qué carajos tienen de buenas?!!!
Fue realmente un golpe para Abu, yo simplemente me senté en una silla y puse mis patas en mi rostro y comencé a sollozar.
- ¿Te paso algo?.- Me dijo con mucha dulzura.
- Si, paso algo, paso mi vida, tiene un hueco horrible.
- ¿Cómo es eso?.- Dijo sentándose en frente mío.
- Pues tengo la sensación de que todo es vacío y no llego a ningún lado. Mi hogar esta condenadamente lejos, las tierras más cerca, pero igual están muy lejos, no tengo a nadie con quien hablar excepto con vos.
- ¿Y soy poco para ti?
- No es eso, es que estoy tratando de hacer amigos, informarme, conseguir trabajo y solo consigo peleas y perros fantasmas.
- ¿Perros fantasmas? Me explicas eso.
- Si, mira, mientras comía tuve una extraña sensación y me puse a ver por la ventana y vi un perro que la punto de su pelo parecía ondear como si fuera humo y sus patas se doblaban como si fueran telas llevadas por el viento.
- Eso es curioso.
- No termina todo allí, tuve no se por qué bendita razón querer ayudarlo y me comprometí a ello.
- Yo creo saber porque lo hiciste.
- ¿Por metido?.- Se rio.
- No, porque no te gusta el sufrimiento y la angustia. Ese perro habría sufrido algo terrible para convertirse en un fantasma y seguramente tu quisiste arreglarlo, como arreglaste mi segura muerte en Laksmi.
- Eso es diferente.- Dije bajando la voz.
- Y no tanto, ambos necesitamos ayuda y tus nos ayudaste.
- ¿Y porque?
- Alguien tenia que darla, supongo.- Dijo regalándome una sonrisa.- ¿Y porque volviste temprano a casa?
- Porque vi una casa muy barata que podríamos alquilar sin levantar sospechas.
- Hay Qwon, no podemos, para un alquiler necesitamos los documentos y una garantía, todavía nos queda esperar.
- Supongo.- Dije suspirando.
- ¿Quieres comer algo rico?
- La verdad que si.
Y así merendamos los dos juntos escuchando música muy agradable hasta el llegar de la noche, en la decidí salir a pasear un poco junto con Abu buscando la casa del perro.
El barrio al cual nos dirigimos era un barrio bastante agradable, las casas no estaban separadas por cercos muy altos y las cuchas de los perros estaban en la parte de afuera, entonces vi la del perro desaparecido, tenía que ver más de cerca lo que había pasado allí, y de forma imprudente me acerque y metí la cabeza dentro. Al instante sentí un olor bastante raro a un perro, algo asi como a huevos podridos, muy ligero, todo un enigma.
- ¿Lo puedo ayudar amigo?
- Eh, no, en realidad estaba viendo esta cucha, es muy bonita.
- Es una común. ¿Necesita algo?
- En realidad estoy investigando la desaparición de los perros y como aquí hay una casa para perros y ningún perro, supongo que aquí desapareció uno.
- Así es, hace algunos días, algo mas de una semana. ¿Es usted policía?
- Policía yo, pues no. Simplemente soy amante de las mascotas preocupado por tanta desaparición y querría darle una solución.
- ¿Pertenece a alguna asociación?.-
- Pues no. ¿Me podría responder algunas preguntas?
- Si esta en mi.
- Hubo algún animal extraño la noche de la desaparición de su perro, o después.
- No, pero los mapaches estuvieron especialmente activos tirando la basura de los tarros.
- ¿De aquellos?.- Señale a la calle
- Así es.
- Días después, escucho algo raro en el patio.
- Mapaches.
- Son una plaga parece.
- Últimamente se han vuelto.
Me puse a pensar.
- ¿Usted los ha visto tirando y molestando o supone que son ellos?
- Los e visto un par de veces, no todas.
- ¿Y la noche de la desaparición?
- No esa noche no.
- ¿Disculpe cual es su nombre?
- Que descortesía, mi nombre es Qwon. ¿Y el suyo?
- El mío es Jhon Smith.
Después de ello solo cruzamos unas palabras más y según caminado por el barrio tranquilamente tomando notas y saliendo de el.
Llegamos al centro y allí comimos algo en el dinner, deseaba algo liviano. Luego de ser entendidos le dije.
- Es claramente una criatura sobrenatural la cual taco a esos perros, una que es una muy buena cazadora que casi no deja rastros, pero los pocos que dejo ya los tengo identificado, el olor. Se que hay unas computadoras especiales que guardan los diarios viejos así que mañana iremos a la biblioteca y buscaremos noticia de desaparición de perros o de algo extraño que dejara olor a huevos podridos.
- Buena idea, pero ahora te olvidas de lo que sea y comienzas a disfrutar la noche.
Y así lo hice.