Días Tensos III - El perro
La cosa era sencilla con aquellas notas, cosas repetitivas, nada aleatorio, todo muy simple, pase por una tienda de discos y allí había lo que buscaba, y lo que buscaba era….música y como escucharla. Es sabido que en aquello lugares tecnológicamente avanzados el ocio es su industria mas grande y a la que dedican casi toda su ciencia. Cada vez que venia a alguien joven, o casi cada vez, lo veía con un aparato que le cubría las orejas, artilugios muy llamativos conectados a unas cajas ni pequeñas ni grandes, realmente del tamaño que debían ser.
- Vez ese, quiero uno.- Le dije a un vendedor apurado después de entrar.
Mas sencillo fue traerle uno ya que no me hacia entender, a veces invertía los fonemas imitando a mi lengua materna olvidando que no estaba en Pan Do. Difícil no fue hacerme entender después de que me concentrar mas y aplacara mi espíritu ardoroso de combate. De modelos a modelos me presento el vendedor, había muchas variedades del artículo, el que más me gusto era uno con una pantalla y algunos botones como para encenderlo, apagarlo, cambiar las canciones, subir el volumen y demás cosas necesarias para poder disfrutar de la música que guardaría en aquella tarjeta chata en forma de T. Encontrar una música que me gustara tampoco me fue difícil, bueno un poco ya que específicamente no había nada de mi tierra pero había música de aquellas tierras a las que pretendía ir, compre esa y una del grupo al cual iba a ir a ver.
Escuche la música de “Poder Metálico” y realmente me impacto, por no decir perturbo. Sus sones y sus acordes no era nada que hubiera escuchado antes, ni las voces de los cantantes eran comunes, eran algo así como la de un perro ronco o un cerdo, pero igualmente agradable. Entonces ya teniendo el aparato elegí unas orejeras que me parecieron muy lindas y graciosas, imitaban a dos pandas negros y blancos, fue amor a primera vista.
Después de mis compra de música (compre mucha y variada) y de los aparatos mi cantidad de dinero disminuía de forma alarmante así que decidí jugar a algo que me explico el vendedor del puesto como “lotería instantánea”, jugué un solo numero una cantidad moderada de dinero como para no levantar sospechas de mis habilidades. Todos me felicitaron (fue después del quinto boleto que gane por “azar”) y me entregaron el dinero, le di un poco al vendedor por haberme dado suerte y partí nomas para la biblioteca a practicar lo aprendido.
Vi que esta red no solo tenia mucha información, sino que también muchos videos y música, pero que solo podía escucharla allí si tenía mis propias orejeras, cosa que si tenia y esa era mi segunda motivación para comprarlas. Vi que había muchos datos curiosos de muchas cosas, cualquier palabra suelta daba un resultado cosa que podría ser confuso al principio si no sabia bien lo que buscabas. En el buscador puse: Templos, monjes, artes marciales y Pan Do, y me dio muchos resultados pero el poblado Pan Do no aparecía. Pero si mucho de muchas artes marciales y entrando vi muchas cosas, muchas de verdad, había tanto y tan variado que de verdad no sabia por dónde empezar a buscar, así que para no marearme comencé por ver la historia de
La música es cada vez mas difícil de encontrar “Arte Karito”. Esta arte marcial era la derivación de un arte marcial muy antigua y para mujeres basada en la rapidez más que en la fuerza, al menos el arte original, lo que a mi me enseñaban era ligeramente diferente.
Se hizo rápidamente el medio día y de allí la hora de comer y salí a buscar con que llenar mi estomago y pare en un negocio de comida naturista. Este negocio vendía comida menos condimentada y según ellos, natural, aunque podría ponerme a discutir con el cocinero que era natural y que no lo era pero para que, seguramente no entendería la diferencia.
Comiendo en aquel lugar, tranquilo y escuchando una música que el vendedor me había recomendado vi algo extraño por la ventana, una de esas cosas extrañas que apenas captas, algo que dura uno o dos parpadeos. Estire mi cuello para ver mejor pero eso se había ido… ¿quizás allá sido una premonición? Talvez. ¿Habrá sido consecuencia de su comida “natural”? Quizás, todo era posible en este mundo loco, entonces termine mi comida apurando los bocados, algo imperdonable pero la curiosidad me llamaba y me dirijo hacia donde me pareció ver esa anomalía y descubrí algo curioso, mas bien nada exactamente donde me dirija, pero al volver vi que había varios carteles de perros desaparecidos, allí los usaban de mascota al parecer. Todos habían desaparecido maso o menos en la misma fecha y por las coincidencias, el tipo de animal desaparecido y porque estaba viendo a un perro fantasmal esperando a alguien en la parada sospeche, mas aun cuando ese perro era uno de los que buscaban.
Mi ki me daba muchas cosas que el resto de las personas no tenían, por ejemplo, ver fantasmas, o la mayoría de ellos al menos, entonces me senté en los bancos de aquella parada y le hice señas al perro de que se sentara en mi falda, este comprendió que lo veía y con mi mirada perdida en mis pies (en realidad en el perro), le pregunte a mi forma que había pasado, porque estaba allí, el no sabía. Pregunte también que era lo último que recordaba y me dijo que se había acostado en su cucha y que había soñado que se caía, de allí nada más, viendo que era sincero en lo que me comunicaba escribí unas palabras sagradas en una papeleta y la puse en mi falda, luego rece hasta que el perro entendió que su paso por este mundo había terminado.
Comprendiendo mínimamente como llegar hasta el hogar comprendí cabalmente que si yo me acercaba a aquel lugar llamaría mucho la atención, así que aquella noche al dormir extendería mi conciencia hasta aquel lugar para observar y buscar pistas de lo que había pasado.
Me sacudí las piernas y me levante y volví a la biblioteca y fui por unos libros, pero estaba demasiado inquieto para estudiar, así que solo estuve un par de horas y me despedí dirigiéndome de vuelta a mi casa esperando poder hablar con Abu con respecto a mudarnos, ese día no había terminado, quedaba mucho todavía por vivir.